Las calderas de gas son sistemas de calentamiento que utilizan alguna clase de gas, valga la redundancia, para funcionar. Son bastante populares en instalaciones hogareñas, sobre todo para producir agua sanitaria, caliente, o para alimentar el sistema de calefacción. Pero también son populares puesto a que tienen un menor consumo de energía, y son menos nocivas para la salud.
Estas funcionan gracias a un quemador, en donde sucede la combustión al encenderse unos fogones controlados. Y gracias al intercambiador, en donde sucede también el intercambio de calor a las tuberías que están internas en la caldera. De esta manera, el agua circula hacia las tuberías del sistema de agua sanitaria.
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¿Qué tipo de calderas de gas existen?
También hay varios tipos de calderas que funcionan con gas, podemos dividirlas en su funcionamiento o en su forma de instalación. Sin embargo, vamos a dividirlas en esta ocasión por su función principal. Así que vamos a echarles un vistazo.
Calderas para agua caliente
Como su nombre lo indica, estas son especificas para calentar el agua, es decir, la que está en los grifos y las duchas. Igualmente, la combustión ocurre dentro del quemador, se calienta el intercambiador, y sube la temperatura del agua dentro de las tuberías.
Calderas para calefacción
En este tipo de calderas, el agua que se calienta no va a un intercambiador, sino a los radiadores de la calefacción. Por lo tanto, el calor irradiado por el radiador hace que el ambiente de tu hogar suba de temperatura. Y así eliminar el frio del invierno de las afueras de tu hogar.
Calderas mixtas
Estas suman ambos tipos de calderas que ya hemos visto. La mayoría de esta clase tienen interruptores dependiendo del objetivo deseado. Entonces, si seleccionas la opción de agua caliente, el agua fluirá al intercambiador para producir agua caliente sanitaria. Y si seleccionas la opción de calefacción, el calor se irradiará a los radiadores, produciendo un ambiente cálido en tu hogar.
¿Qué tipos de gas se utilizan?
Ya te mencionamos que este tipo de calderas utilizan gas para funcionar, pero no hemos mencionado que clase de gas, puesto que existen diversos tipos de este combustible. Sin embargo, las calderas suelen utilizar tres tipos de gases principales, como verás a continuación.
Gas propano
Este gas es bastante versátil, puesto que puede usarse mediante bombonas, camiones cisterna, o por una red de distribución. Por lo que es ideal para zonas en las cuales no haya acceso a otro tipo de gas. Además, es un gas que genera una combustión muy potente, así que es perfecto para lugares extremadamente fríos.
Gas butano
Este se puede adquirir en forma líquida por bombonas, que se colocan junto a la caldera. No es ideal para zonas frías, puesto que el gas suele solidificarse. Pero si es perfecto para zonas más cálidas, pero que aun así requieran de agua caliente.
Gas natural
Es el mas popular, por ser mas seguro para la salud humana y ser muy amigable con el medio ambiente. Además, una gran cantidad de zonas urbanas ya tienen un sistema o red de distribución de tuberías de esta clase de gas. Así que no se requieren de bombonas, ni de un suministro externo.
Funcionamiento de una caldera de gas
El cómo funcionan una caldera de gas es bastante simple. Todo se resume a la presencia de un quemador y un intercambiador, en el caso de las calderas para agua caliente. En el quemador sucede la combustión del gas, cuando se activan los fogones o se enciende la llama piloto. De esta manera, las tuberías junto al quemador se empiezan a calentar.
El agua que está dentro de dichas tuberías viaja hasta el intercambiador. El cual “intercambia” el calor de dichas tuberías a las tuberías de agua, lo cual hace que tengas agua caliente para tu ducha y tus grifos. Por otro lado, las calderas de gas para calefacción se saltan este ultimo proceso, por lo que el calor del quemador es transmitido a los radiadores de la calefacción, para producir calor en el hogar.
¿Qué mantenimiento requieren?
Lo mejor de este tipo de sistemas de calentamiento es que no requieren de mayor mantenimiento. Simplemente, debes asegurarte de mantener las tuberías de gas totalmente limpias. Por otro lado, en el caso de las calderas que se dediquen a calentar agua sanitaria, debes evitar que las tuberías de agua se calcifiquen.
En el caso de las calderas que se usen para la calefacción, debes eliminar el aire de los radiadores antes de poner el sistema de calefacción a funcionar durante los días de invierno. Y por último, realiza una revisión anual de tu caldera para prevenir accidentes.