En casos de verdadera emergencia no se puede perder tiempo en abrir una puerta. Un ejemplo muy común son los casos de incendio, o que alguna persona quede encerrada dentro de una habitación.

Si se llega a presentar una emergencia similar y necesitas tumbar una puerta, ten en cuenta estos consejos:

1. Ante un caso de extrema emergencia en las cuales el tiempo es oro, lo recomendable es usar la fuerza física para echar la puerta abajo. Esto implicará que el marco de tu puerta, la cerradura y la puerta misma sufran daños en el impacto. Seguramente tú también, puedas sufrir algún daño, por eso, deberás utilizar este recurso como última opción, si es que los bomberos no llegan.

2. Lo ideal es que tengas el suficiente peso y masa corporal como para derribar la puerta. Para ello, toma una postura sólida y separa ligeramente las piernas. Mantén la mirada hacia a puerta y semiflexiona las rodillas, apóyate con las manos, sobre una pared mueble u otro objeto firme para impulsarte.

3. Levanta generalmente la pierna dominante a la altura de la rodilla, casi siempre suele ser la derecha. Levanta la rodilla y la entrepierna. Haz que tus pies miren hacia la puerta. Mantén la mirada fija hacia la puerta. Haz varios intentos previos para tumbar la puerta con el talón del pie.

4. Impulsa todo el peso de tu cuerpo sobre el talón del pie de la pierna y derriba la puerta. Hazlo con una patada que suele conocerse como golpe de choque porque simplemente debe ser contundente. El golpe debe dirigirse a la cerradura de la puerta de forma precisa y con fuerza. Lo ideal es que puedas hacerlo en el primer intento.

5. En estos casos es preferible usar un calzado sport o un calzado fuerte que contrarreste los daños e impactos en tus pies o piernas. Para derribar la puerta no uses sino las extremidades inferiores, no  lo intentes con las manos, los codos o los hombros porque podrías lastimarte.

6. Haz varios intentos, de no lograr derribar la puerta la primera vez, deberás intentarlo otras veces. Procura golpear la puerta de la manera explicada de forma continua para que despegues la cerradura y puedas abrir la puerta. Si esta es de madera seguramente lo lograrás más fácilmente que si lo hicieras con una de metal.

7. Si definitivamente no tumbas la puerta porque esta posee un sistema reforzado de seguridad, no pierdas la calma. Sigue intentando con los golpes hasta que ceda la cerradura. Descansa y vuelve a retomar la acción de manera que tus patadas sean fuertes.

Si por más que tratas de derribar la puerta no puedes hacerlo porque posee un sistema de seguridad blindado y muy seguro, consigue una ganzúa y opta por otros sistemas para abrirla. Siempre puedes contactar con nosotros:

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Destacamos algunos servicios que realizamos: