instalar cerradura multipunto

¿Cómo instalar una cerradura multipunto en nuestra puerta de entrada?

La seguridad es uno de los aspectos que más preocupan a los ciudadanos en su hogar. Cuanto más difícil se lo pongamos a los ladrones, menores posibilidades tendremos de que nos desvalijen la casa. Las cerraduras multipunto son una excelente opción para las puertas de entrada y pueden hacernos sentir más seguros en nuestra vivienda.

Este tipo de cerraduras ofrecen la ventaja de cerrar con tres (arriba, en el centro y abajo) o cinco puntos de seguridad con una sola llave y de una sola vez. La mayoría de las cerraduras multipunto pasan por rigurosos controles de seguridad que miden su resistencia a la apertura hasta ser calificadas por la norma A2P, en función de estos parámetros.

Marca A2P

La marca A2P, reconocida por las seguradoras, certifica, pues, que las cerraduras para viviendas han pasado satisfactoriamente las diferentes pruebas que se les han practicado para medir la resistencia que tienen a los métodos de apertura destructiva o no destructiva. La clasificación (1, 2 y 3 estrellas) muestra el tiempo que se resisten a la fractura creciente. Una estrella significa que la cerradura aguanta cinco minutos. Dos estrellas, significa que resiste 10 minutos. Y tres estrellas nos indica que resiste un total de 20 minutos.

Instalar una cerradura de seguridad de tres puntos no es excesivamente difícil. Sin embargo, si usted no ha hecho antes este trabajo o piensa que le puede resultar difícil o engorroso, lo mejor es que deje el trabajo en manos de los profesionales de Mahico Asistencia, que pueden realizárselo de una manera rápida, profesional y eficaz, con la mayor calidad y las mejores garantías del mercado.

Instalar cerraduras multipunto

Para instalar una cerradura de seguridad de tres puntos lo primero que debemos tener en cuenta es hacia qué lado abre la puerta de nuestra vivienda, con el fin de poder solicitar, en el lugar donde la vayamos a comprar, la cerradura adecuada, pues ésta será distinta dependiendo de si la apertura de la puerta se produce hacia la derecha o hacia la izquierda, o hacia derecha reversa o izquierda reversa. También conviene comprobar el grosor y la altura de la puerta. Las puertas macizas son las que más garantías de eficacia ofrecen con una cerradura multipunto.

Generalmente, un kit de cerradura multipunto está formado por una cerradura, barras o guías de barra, una hoja metálica, cerraderos, una plantilla de colocación y refuerzos de pernios. El cerradero es la pieza que va fijada al marco y en el que se introduce la palanca de la cerradura. La palanca es la parte móvil de una cerradura que se introduce en el cerradero e inmoviliza la puerta. El frente es la parte frontal de la cerradura y el tirado está situado a un lado de la cerradura con la función de accionar el resbalón.

Las herramientas que necesitaremos serán una broca de pala, otra para madera y otra fresadora, un taladro atornillador, decapador de aire caliente, maza, punts y portapuntas, formón, hoja para madera y sierra de calar. En cuanto a los materiales, necesitaremos la propia cerradura, un listón de madera de aproximadamente 8 x 18 centímetros, cinta de cantear y adhesivo de montaje.

Antes de proceder a la instalación de la cerradura es aconsejable leer atentamente las instrucciones que podremos encontrar en el kit de montaje. Hay que seguir cuidadosamente los pasos y respetar las indicaciones, especialmente a la hora de utilizar los diferentes tornillos que encontraremos.

Instalación

Para proceder a la instalación, lo primero que debemos hacer es desmontar la puerta de las bisagras, depositándola sobre dos caballetes con el lado interior mirando hacia arriba. Después, hay que retirar la antigua cerradura, las manillas y el embellecedor de la puerta, el cerradero del marco y los cerrojos.

Para desmontar la antigua cerradura embutida con su cilindro hay que quitar el tornillo que sujeta al cilindro y después sacarlo, tirando con una llave. Desatornillamos los puntos de fijación interiores y debería salir sin dificultad haciendo palanca en el frente de la cerradura con la ayuda de un destornillador.

El hueco de la antigua cerradura lo rellenaremos y para ello utilizaremos una pieza de madera cortada a medida. El proceso es sencillo. Primero aplicamos adhesivo de montaje en el hueco y luego introducimos la pieza de madera con la ayuda de una maza.

A continuación procederemos a cantear la zona con cinta de roble, en el caso de que éste sea el material del que esté hecho nuestra puerta. Para cubrir bien el hueco bastará con un par de tiras a medida. Retiramos los trozos de cinta que sobren y fundimos el adhesivo de la cinta proporcionando calor con el decapador de aire caliente.

A continuación, con la plantilla que traerá el kit de la nueva cerradura, marcaremos su posición en la puerta con la ayuda de un punzón. Para ello presentaremos la plantilla y la sujetaremos con cinta adhesiva para evitar que se pueda mover, y después sólo tendremos que marcar los puntos de fijación de la cerradura, los del escudo y el punto central donde irá el cilindro. El eje de la nueca de la manilla se coloca aproximadamente a 1,05 metros de la parte inferior de la puerta.

Pasamos a utilizar la broca de pala para hacer el agujero pasante que nos permitirá la colocación del cilindro. Con el fin de no causar daño alguno a la madera de la puerta cuando vayamos a taladrar podemos colocar debajo un mártir.

Después, haremos los cuatro agujeros para que pueda pasar el eje del escudo y colocaremos el escudo de protección reforzado en el exterior de la puerta y el contra-escudo en el interior, que ajustaremos con los tornillos que encontraremos en el kit.

El siguiente paso es comprobar la posición de la cerradura en la parte inferior de la puerta. Así, abriremos la cerradura y observaremos dos pitones a los que engancharemos las dos fallebas. Para sujetarlas a la cerradura usaremos las piezas con forma de media arandela (ciclises), que introduciremos a presión hasta que oigamos un click. Así, la cerradura tendrá un punto de cierre y otro cada una de las fallebas.

A continuación aflojamos los reenvíos con la puerta tumbada para ajustarlos a la altura de la misma. Para ello colocamos la cerradura en su posición y ponemos los tirafondos. Los dos más largos van en la parte trasera, mientras que los dos más cortos estarán situados en la frontal.

Dejaremos la cerradura en posición abierta para poder ajustar la longitud de las dos fallebas al tamaño de nuestra puerta. Abrimos y cerramos para ver que la cerradura funciona y fijamos las fallebas en su posición con los tirafondos.

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Comprueba si funciona

Volveremos a comprobar si la cerradura funciona bien antes de colocar los embellecedores sobre las fallebas. Después, los presentamos, ponemos las tapas y los fijamos con tirafondos.

Tenemos tres piezas que corresponden a los puntos de anclaje o puntos de cierre. El primero de ellos irá en el marco, por lo que nos veremos obligados a hacer un rebaje en la jamba. El soporte de la cerradura central también nos obligará a tener que hacer el rebaje en la jamba, mientras que la tercera pieza se colocará en el suelo. Para hacer los rebajes correspondientes desmontaremos las jambas y los haremos con la sierra de calar y una hoja de madera. Una vez estén hechos los rebajes, las volveremos a colocar en su posición.

Ponemos la puerta en su sitio, pero ya con sus tres puntos de anclaje instalados. El grueso del trabajo está hecho. Ya sólo queda colocar las tres piezas de los puntos de anclaje, dos de ellas en el marco y la tercera en el suelo, para que entre la punta. Si tenemos el suelo de madera haremos primero un agujero ayudándonos del taladro y una broca de madera, y después continuaremos con otra broca de widia para atravesar el hormigón. Y tras comprobar que todo funciona a la perfección, ya podemos decir que tenemos una puerta con una cerradura multipunto.

Una vez instalada la cerradura haremos los remates necesarios de pintura o barniz en función del tipo de puerta que tengamos. Asimismo, es aconsejable incorporar en la puerta bisagras de seguridad, una mirilla y un retenedor.

Respecto a los tipos de cilindro, los hay redondos o europerfiles con forma de U. Los cilindros de seguridad incluyen más o menos pitones, lo que les ofrece las propiedades antiganzúa, antitaladro y antimordaza. La antiganzúa impide que se introduzcan herramientas especiales en el cilindro, mientras que la antirrotura refuerza la parte que sobresale para evitar que se rompa con tenazas. Por último, el antitaladro es un procedimiento giratorio que protege los pitones en caso de perforación.

En cuanto a los tipos de llave, está la sencilla o de sierra y la de seguridad o de puntos. Dentro de los tipos de barra (recortable y regulable) es aconsejable instalar la barra telescópica regulable. Respecto a los tipos de apertura, encontramos la apertura con tirador o manilla. Asimismo, hay que tener cuidado con el sentido de la cerradura: horizontal en las puertas estándar y vertical en las puertas con molduras.

Si, como hemos comentado anteriormente, el trabajo le parece difícil o engorroso, o simplemente no le apetece perder tiempo y esfuerzo a la hora de montar una cerradura multipunto, lo mejor es que llame a los cerrajeros, que pueden realizarle el trabajo de una manera rápida, cómoda, eficaz y profesional, con las mejores garantías de calidad.